"Nos mandaron a la Quiaca y tengo sospechas políticas"
El vicepresidente de Berazategui, Armando Capriotti, dialogó en Mundo Ascenso por Radio Belgrano sobre la localía del "Naranja" en Tristán Suárez. Duras palabras del ex dirigente de Chaca, demostrando su enojo con el Coprosede.
"A nosotros nos preocupa la situación, que no se mide con la misma vara para todos, el COPROSEDE está teniendo actitudes que no condicen con la realidad. A Rubén Pérez lo conozco hace muchos años cuando yo estaba en Chacarita. El COPROSEDE no sabe escuchar y por eso no le interesa la opinión del club. Berazategui tiene una ventaja deportiva y una localía que no va a poder utilizar en esta definición, se nos niega una posibilidad de buena recaudación como podría ser en cancha de Quilmes o Racing Club. Previo a esta concesión, y con la posibilidad de Racing yo consulté al COPROSEDE si podíamos ejercer la localía ahí y nos dio la derecha a las 15hs. Luego hablé con Julio Grondona donde le manifesté que Racing nos prestaba el estadio y que el COPROSEDE estaba de acuerdo a esta decisión y Grondona avalaba esta resolución. Pero a las 20hs no autorizaron lo que a las 15hs sí se había autorizado. Nos mandaron a la Quiaca y tengo sospechas políticas. El presidente de Los Andes también nos facilitaba la cancha pero se nos cerraron todas posibilidades de poder tener una recaudación importante. Creo que el COPROSEDE con respecto al fútbol de ascenso hace abuso de poder, esto es un acto donde un funcionario excede sus funciones. No hay desde la máxima autoridad del COPROSEDE la capacidad de poder escuchar a los protagonistas en este caso, cuando me dijo que no se podía en Rácing a las 15 porque a esa hora se juntaban los de Independiente para ir a Huracán, le pedí que corra el partido al mediodía en Avellaneda, nos mandó al mediodía pero en Ezeiza. Hay en alguna medida un acto discriminatorio deportivo, pone por encima los intereses de la Provincia de Buenos Aires sobre los de la ciudad. Creo y estoy convencido que el público visitante debe volver a las canchas, la violencia no se redujo sino que se multiplicó. El COPROSEDE en función de salvar su pellejo y buscar que no haya hechos de violencia trata de impulsar y definir partidos en horarios y días ilógicos, antepone sus intereses políticos y de manejo por sobre las autoridades deportivas de los clubes de AFA. Acá no hay prevención sino un poder de represión y cohesión y abuso del poder. No se trata de que tengamos la contra del COPROSEDE en el tema estadio, tengo y en su momento tuve una buena relación con el comisario Pérez, pero debo reconocer que en su gestión últimamente tiene un manejo ampuloso y no escucha a los clubes. No ha hecho caso a nada e hizo oídos sordos, nos tocaron el tuje".